- No se queje. La rueda que más chilla es casi siempre la que primero se cambia. Si se queja de otras personas, no tiene el tiempo para amarlas. La Biblia nos dice que sobre todo, debemos tener tiempo para amar a los demás. Cuando no lo hago “…vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe” . (1 Corintios 13.1–2).
- Amar a los demás, no es opcional. Es un mandamiento: “Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.” (1 Juan 4.21).
- Muchos anhelan realizar milagros. Pero mejor que resucitar un muerto, trasladar un monte o hablarse de tú con los ángeles, es resucitar el amor. El amor a los demás.
- Una cruz es la expresión misma del amor. El madero vertical nos habla del amor de Dios, un amor alto y a a la vez profundo. El madero horizontal muestra como debe ser nuestro amor para con los demás: ancho, muy ancho, capaz de abrazar a todos.
Aun al que menos lo merece.
- La Biblia muestra que “…fuerte es como la muerte el amor…” (Cantares8:6). El amor es indestructible porque indestructible es su autor: Dios.
- Hoy es el mejor tiempo para amar, porque: “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”. (1 Juan 4.8–9). Mejor que quejarse de los demás, es amar a los demás.